La enorme cantidad de basura en el parque 9 de Julio impactó a los funcionarios municipales y causó indignación en la ciudadanía, así como el hecho de los vendedores de alimentos que cocinaron junto al perilago arrojaron el aceite de las frituras en el espejo de agua. Hubo daños en el pasto, puesto que hubo mucha gente y muchos vehículos subidos al césped, así como el hecho de que los vendedores -calculados en unos 60- hicieron fuego en la tierra para preparar las comidas. “Este festejo le va a dejar cicatrices al parque que van a demorar un tiempo en cerrarse”, dijo el secretario municipal de Servicios Públicos, Luciano Chincarini. El pasto va a demorar un mes y medio en recuperarse y en cuanto al lago, se está usando una barquilla de dragado superficial psrs limpiarlo en unos 20 días.

Se trata de una situación que, según los funcionarios, los ha superado, pese a que se había previsto que gran cantidad de gente iba a asistir al parque para festejar el Día del Amigo. Se habían dispuesto siete contenedores de residuos en este paso público y también en el parque Avellaneda y en el Guillermina. Sin embargo, en el 9 de Julio quedaron siete toneladas de residuos -más del doble que en festejos anteriores- y en el Avellaneda se sacaron dos toneladas, una cantidad también para el tamaño del espacio público. No ocurrió lo mismo en el parque Guillermina, que resultó bastante cuidado, según explicó el secretario municipal. Señaló que probablemente influyó el hecho de que este año hubo muchos más puestos de venta de comida, por lo que, para las fiestas que vienen, como la del Día del Niño, se ha de descentralizar los festejos en 20 barrios y en el caso del parque 9 de Julio se va a establecer, por un lado, un sector separado del perilago para que se instalen los ambulantes; y por otra parte se va a limitar el acceso de vehículos al espacio verde. Ya hubo sorpresa de los funcionarios luego del 9 de Julio a raíz de la celebración en la plaza Independencia, que quedó bastante dañada. “Creemos que esto todavía es parte de una problemática cultural. Apelamos a la conciencia ciudadana. Tenemos cámaras, parlantes y hasta rejas de contención, pero si alguien quiere pasar a un cantero, lo hace igual. El control debe ser también entre los ciudadanos”, enfatizó.

En estas cuestiones debe haber una tarea conjunta que combine prohibiciones y sanciones con la apelación al cuidado colectivo. El parque ha sido jerarquizado en cuanto a su iluminación y seguridad, y así ha sido destacado en ocasión del recital de Andrés Calamaro, cuando una multitud asistió al concierto y todo transcurrió sin problemas. Ahora un empleado municipal dijo a LG Play que “así como hay quienes llevan una bolsita para recoger los excrementos de sus perros, podrían hacer lo mismo con sus residuos”; además están las medidas que ya ha programado el área de servicios para las próximas festividades; también se podría acompañar la concientización con una fuerte campaña y con cartelería alusiva, así como con mayor presencia de personal municipal en los momentos de mayor afluencia.